“Es una síntesis viviente y a la vez una vida sintetiza, una
fugacidad en una permanencia, dado que el género se
mueve en un plano donde se desencadena una batalla entre
la vida misma y la expresión escrita”.
Julio Cortázar
El criterio mínimo del cuento o relato debe ser, desde el nombre del género mismo, el hecho de que cuente algo, lo que sea, cómo sea, pero que cuente. Debe mantener interesado al lector y por lo tanto tendremos en cuenta para su selección, los siguientes criterios:
Aspectos formales
Se espera que el texto redactado tenga un mínimo de ortografía. Si narra en pasado y juega con retrospecciones o anticipaciones, que no confunda al lector, es decir, maneje bien los tiempos en uso.
Historia
El texto como unidad debe contar una historia que permita seguir una línea, ya sea ésta discontinua o directa.
Tema
Los temas que se pueden tratar ya sea relato, cuento o cualquier tipo de escrito al que pueda llamarse “ficción” – y son muchos – no tendrá ningún tipo de restricción dado el carácter misceláneo de las primeras publicaciones de la revista. A pesar de eso, se da prioridad a los cuentos que comuniquen temas no tan abusados o trillados, como lo son el amor y el desamor en todas sus facetas. También se da importancia al “cómo” se trabaja el cuento para causar un efecto y un interés, sin ser esta innovación un capricho injustificado del autor.
Brevedad
Se debe partir de la noción de límite; en primer término de límite físico. Quien escriba debe escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sea significativo, que no solamente valga por sí mismo sino que sea capaz de actuar en el espectador o en el lector. En este sentido el texto debe desarrollar una sola trama.
Precisión
El texto debe plantear su intención comunicativa contundentemente, valiéndose de distintos recursos sin abusar de estos. Por otra parte, todo lo que se proponga, debe usarse.
La descripción debe apuntar a un efecto
La tensión es primordial, ya que de esta depende el interés y debe mantenerse a lo largo de todo el relato sin disminuir o caerse totalmente.
Que maneje una intensidad, entendida esta, desde la eliminación de todas las ideas o situaciones intermedias, de todos los rellenos o fases de transición.