Estiven González Molano
Calarcá, Quindío
Universidad del Quindío
La anarquía no es la cantidad de cuero
que tengamos amalgamado con la piel.
No es, ni de cerca, imitar el tono de voz
—o el bajo— de Sid Vicious.
No es la poesía que hay en el choque
de una roca y la cabeza de un policía.
Podría tener que ver con el hecho
de morir o ser mártir por una idea,
pero ni eso…
La anarquía es ser marginado
y que, aun así, el transcurso histórico
nos dé la razón.
La anarquía es Galileo,
que, desde su exilio triste,
observaba como la tierra
sin embargo, se movía.
La idea
sin el hombre
que la riega
no florece.
Ilustración: Carolina Betancourt @sixcato, Cali, Valle del Cauca
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