Jaime Alberto cabrera
Neiva, Huila
Docente
A Leidy
Ricardo entró al edificio policial del brazo de una mujer. El oficial de turno estaba abstraído en la pantalla del computador cuando fue sorprendido por la voz de Ricardo que llevaba una citación en la mano.
—¿Algo grave, agente? —preguntó mostrándole el papel.
—No. Asuntos de rutina —dijo el oficial sin mirarlo.
Lo condujeron hasta las profundidades del espacioso edificio.
—Tome asiento —dijo el oficial a la mujer—. La indagatoria durará algunos minutos.
La mujer esperó. Meses después, tras la búsqueda minuciosa de archivos, indagaciones y testimonios, la Fiscalía determinó que el hombre jamás ingresó al edificio policial.
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